Escorpio y Virgo: La atracción entre estos dos signos es siempre instantánea. Se miran y se enamoran; no hay duda de que algo inconsciente los atrae mutuamente. Existe una energía extrañamente interesante entre estos dos signos.
+ Descubre cuáles son los mejores juguetes para reducir la ansiedad infantil
+ ¡Cuidado! La grasa localizada en caderas y muslos puede ser un síntoma de enfermedad vascular.
No existe una afinidad real y profunda, pero es innegable que muchas parejas de estos signos han logrado mantener una relación armónica durante mucho tiempo. Parece increíble, pero Escorpio y Virgo suelen formar una pareja armoniosa e interesante.
Escorpio es apasionado y sexual, lo que debería atraer al modesto y controlado Virgo. Sin embargo, las diferencias entre ellos se aceptan naturalmente, como si uno acogiera al otro en su propio inconsciente.
Parece que la diferencia entre ambos contribuye a una buena comprensión y equilibrio en la pareja. En la vida diaria, estas diferencias casi no aparecen y todo avanza de manera equilibrada.
Escorpio es firme y decidido, lo cual puede ser muy beneficioso para nuestro inseguro Virgo. Ambos tienen capacidades críticas, lo que puede ser bueno o malo para la relación.
Virgo es controlado y racional, lo opuesto a nuestro querido Escorpio, que pierde el control fácilmente, mostrando lo mejor y lo peor de sí mismo.
Es necesario establecer y aclarar límites ya que ambos son signos independientes y autoritarios. Quizás por eso se respetan tanto y no permiten que la sombra del otro salga a la luz. Pero la ambición, la capacidad analítica, el temperamento cerrado y cauteloso, todo ello hace que la pareja vibre en excelente sintonía.
El peligro radica en la necesidad de permanecer en su propio mundo, ya que ambos son reservados, misteriosos y tienen un mundo privado, al que incluso las personas más cercanas tienen dificultades para acceder.
Virgo puede aportar a Escorpio un poco más de racionalidad para manejar los problemas más sencillos y Escorpio puede enseñar a Virgo el deleite de la entrega emocional.
En la cama, se complementan mutuamente.